“Es revolución pura”.

Conocer a Jacqueline ha sido una de las cosas más especiales que me ha pasado. Desde el primer momento sentí con ella una conexión especial. Te hace sentir que sí se puede, te escucha y sientes mucha energía al acabar la sesión. Sentía que no había solución a lo que me pasaba, porque ni yo misma sabía qué me pasaba. Todo me pesaba demasiado y si lo compartía con mi entorno me sentía egoísta porque para muchas personas lo tengo todo. Me ayudó a ver las cosas desde otra perspectiva, a no conformarme, a identificar mis sueños, a los que había renunciado sin darme cuenta. Quejarme solo me anulaba y con ella aprendí a actuar. Es revolución pura.

“Recuperamos la ilusión por la vida”.

Es difícil de entender cómo podemos perder el rumbo. Era una persona con todo lo que muchas otras mujeres deseaban pero me sentía vacía, inútil, y sin ninguna ilusión. Mi maternidad ha sido muy dura y con el tiempo he podido ver a mis hijos de una forma diferente. Llegué realmente a sentir que me había equivocado en todo porque la convivencia era insoportable. Jacqueline me rescató, sin ella no habría podido. Y no sólo a mí. Mi pareja aprendió a entenderme, aprendió a ponerse en mi lugar y sintió mi dolor como si fuera suyo. Sentirlo así conmigo fue algo que no puedo describir. Establecimos muchos cambios en casa, aprendimos a comunicarnos mejor y recuperamos la ilusión por la vida tanto a nivel de pareja como familiar. La sentimos como parte de la familia.

“Nos transformó por completo”.

Seré breve. Jacqueline nos ha cambiado la vida. Acudimos a ella para mejorar la comunicación de pareja y ese día pude sentir la tristeza de mi mujer, lo profunda que era. Era consciente de que no siempre se había sentido valorada y que nuestros horarios hacían difíciles algunos planes pero vi claro que ese era un punto de inflexión. Jacqueline nos propuso activar un plan de acción para mejorar la comunicación y para reactivar nuestra confianza y vencer la monotonía. Y nos propuso como broche final una escapada diferente, sólo la pareja, sin niños, en la que cada uno de nosotros debía de entender al otro a través de retos y experiencias. Pensó en todos los detalles. Fue extraordinario, único y nos transformó por completo.

“Nunca nos habíamos imaginado que esto existía”.

He coincidido con más mujeres a las que Jacqueline ha ayudado y todas coincidimos en que nunca nos habíamos imaginado que esto existía. Es algo que no sabes ni cómo explicarte. Desde el primer momento te sientes diferente, sientes que vas a encontrar la solución y te ayuda en todo. Es pura dulzura, muy profesional, y generas con ella una confianza absoluta, sin tabús ni miedos. Sientes unas ganas enormes de poner fin a situaciones que te hacen sentir pequeña o que, con el tiempo, te van superando hasta que no puedes más, como era mi caso. Primero confié en ella un tema personal y los resultados fueron tan buenos que le planteé ayudarnos en la empresa. Es sorprendente.

“El primer informe fue muy revelador”.

`` Confiamos en Jacqueline para reorganizar nuestra empresa a nivel de protocolos interdepartamentales. Al presentarnos la propuesta incidió en la importancia de hablar con los supervisores y con algunas posiciones clave para entender qué estaba fallando. El primer informe fue muy revelador: nuestra cultura empresarial no era entendida por nuestros trabajadores porque no se había sabido transmitir, lo que generaba conflictos internos, problemas entre la plantilla y una importante rotación. Fue un choque de realidad, pero nos explicó cómo lo podíamos abordar y que era posible corregir esa tendencia y mejorar tanto la eficiencia como el bienestar. Lo logramos y los resultados hablan por sí solos.

“Me sentía a la sombra de mi marido”.

A veces pienso cómo Jacqueline no desistió con mi caso porque todo era un completo desastre. Acudí a ella por amigas que hablaban de ella y explicaban cómo las había ayudado. Yo ni me atrevía a comentar mi caso y por eso dije la necesitaba para mi hija. No había compartido ni mis sentimientos ni mi dolor con nadie. No es fácil. Temes equivocarte y que se acabe sabiendo. Me sentía a la sombra de mi marido, organizando eventos de amigos o gestionando el patrimonio, pero totalmente perdida, desmotivada y enfadada conmigo y con la vida. Renunciar a ti para apoyar a tu marido no es fácil y cuando piensas en tus hijos crees que no te va a pasar factura, pero lo hace y de qué forma. Con Jacqueline fue muy fácil porque tiene mucha experiencia con mujeres como yo y me entendió a la perfección. Inicié mi cambio y hoy siento una gratitud y un bienestar que me llena por completo.

“Tu inseguridad te lleva a pensar que a todos les va bien menos a ti”.

Pensé en tirar la toalla pero mi negocio era mi única fuente de ingresos y ya no me veía trabajando para otro. Conocí a Jacqueline gracias a otra emprendedora que le había pasado como a mí. Aprendí a organizarme, a priorizar, a confiar en mí y a no dejarme llevar por el romanticismo de emprender. Eso era lo que me había hecho tanto daño, porque tu inseguridad te lleva a pensar que a todos les va bien menos a ti. Cuando Jacqueline me lo explicó entendí lo importante que es tener los pies en la tierra, no pensar nunca a corto plazo, identificar y entrenar tu talento y marcarte unos objetivos cada día. Me ayudó a comunicar mejor mi mensaje, a dar un giro en mis servicios, a definir mi nuevo target de cliente y a focalizar en el futuro que deseaba. Sin darme cuenta, todo empezó a mejorar y hoy estoy consolidada. Es tan cariñosa que pensar en comenzar el día con una sesión con ella me alegraba la mañana y me ayudaba mucho. La sientes como parte de tu equipo y tiene una capacidad para empoderar que te mueve a la fuerza.